Ideas que cambian vidas: el caso de Juntosalimos.com
¿Pueden las ideas cambiar el mundo? Tal vez no puedan hacerlo en el sentido amplio, pero sí pueden mejorar la vida de muchas personas. Un ejemplo de “crowd-Ideaing”
Escuchar las noticias en España requiere muchas veces una buena dosis de estoicismo y auto-control: el paro, la fuga de talento, la corrupción, los problemas de la educación y la sanidad públicas. Una sensación de pesimismo, falta de opciones y desazón sobrevuela el ambiente, amenazando con apoderarse de nuestro ánimo. En este escenario, podríamos tomar varias posiciones. Echarnos a llorar por nuestra mala suerte, sentir lástima de nosotros mismos; esperar que sean OTROS los que resuelvan la crisis ya que fueron OTROS los que la crearon. Pero ¿y si hubiera algo que pudiéramos hacer NOSOTROS en clave personal para “salir de esta”? Y si dejamos de ver sólo en lo que nos pasa a NOSOTROS y pensamos qué podemos hacer por otros?
Sus creadores pensaron que si el entorno 2.0 ha servido para unir voluntades, protestar y hacer activismo, también podría servir para generar y gestionar ideas que permitan ayudar a personas concretas con necesidades muy específicas.
En este vídeo se explica brevemente el espíritu de Juntosalimos.
En este punto alguien podría pensar que las personas lo único que necesitan es un trabajo, “llegar a fin de mes” o “pagar la hipoteca”, pero os sorprendería saber que muchos lo único que quieren es no sentirse solos en medio de los problemas, que les escuchen o compartir algo de lo que tienen. No todos los problemas son económicos y muchas soluciones son cuestión de voluntad.
Juntosalimos.com está inspirada en la plataforma estadounidense Kickstarters, adaptando el concepto de crowdfunding a un modelo en el que la gente participa no con dinero, sino con ideas. De allí que el concepto es de “crowd-Ideaing” que fusiona tecnología, innovación y empoderamiento (participación) a través de las ideas. “Se trata de una filosofía de acción en la que tomamos todo el potencial de la tecnología para generar una nueva corriente de innovación a través de las ideas”, cuenta Javier García, ingeniero de telecomunicaciones y encargado de Alianzas de Juntosalimos y lo hace con una ilusión y unas ganas que francamente me dio una bocanada de optimismo. Después me llevé otra alegría cuando leí este manifiesto que no tiene desperdicio y con el que creo que muchos nos sentiremos identificados.
¿Cómo funciona?
El que necesita ayuda plantea un “mini-reto”, que puede enviar por escrito o a través de un vídeo. El equipo de Juntosalimos le ayuda a plantear su problema de la forma más completa posible para que sea fácil de entender y conecte con la gente.
Una vez planteado el reto, viene la parte de difusión en el cual las redes sociales juegan un papel fundamental. El mini-reto se comparte tanto en los perfiles sociales de Juntosalimos como en las redes personales del mini-retista y a ser posible en las de sus amigos y a través de campañas de e-mailling, blogs y foros. Pero no sólo se hace en el entorno 2.0, sino también en eventos off-line, asociaciones y espacios de solidaridad en el mundo real.
Durante un mes, período en que están abiertos los mini-retos, cualquiera que se haya dado de alta en la plataforma puede aportar ideas y éste las promociona también en sus redes sociales personales para que la gente entre a la plataforma y vote las mejores ideas. Al final del período, gana la idea más votada en términos de la viabilidad para ponerla en práctica. Para incentivar la participación, el que plantea el mini-reto, ofrece una especie de “recompensa” que no es dinero, sino una ayuda en especie, premio o reconocimiento al que resulte ganador.
Según cuenta Ana Herrera, la Community Manager de Juntosalimos, en la mayoría de los casos, los ganadores de los mini-retos renuncian a los premios, porque su único interés es ayudar.
¿Se pueden monetizar las ideas?
Es la pregunta que surge cuando uno piensa en este tipo de proyectos. ¿Cómo se monetiza? Pues de momento, no se monetiza y tampoco está pensado para que sea un negocio. De hecho, sus creadores tienen sus trabajos para vivir (afortunados que todavía tienen trabajo), pero dedican la mayor parte de su tiempo a hacer crecer la plataforma. “Nuestro objetivo en este momento no es crecer en lo económico, sino que más gente nos conozca y utilice la plataforma”, dice Javier García.
Precisamente en esa dirección apunta su estrategia en social media: dar a conocer el proyecto, que se lanzó en enero de este año, para crear reputación de marca, no en el sentido comercial al que estamos acostumbrados, sino para que la gente se sienta identificada y se involucre.
Y esto se hace, tanto promocionando los mini-retos de forma individual, como dando difusión a la plataforma en sí misma, combinando el entorno 2.0 como el mundo real. Y esto me parece una lección interesante: no todo se puede hacer detrás del ordenador, hay que salir a la calle y hablar con la gente, porque de lo contrario corremos el riesgo de vivir en una burbuja virtual.
Los rostros de Juntosalimos
Juntosalimos nace fuera de España, pero sí mirando a España, de la mano de jóvenes a los que la crisis aleja de su país. La idea surge, aunque suene difícil de creer, en Sillicon Valley, donde un ingeniero de telecomunicaciones piensa que hay que hacer algo para que la gente en España se ayude entre sí en estos momentos difíciles. Y a ese ingeniero informático llamado Félix González Herranz se le une su hermano Miguel.
Como tantos otros jóvenes preparados y talentosos, Félix y Miguel decidieron experimentar lo que es vivir, estudiar y trabajar fuera de España. Se definen como “change-makers” y sus profesiones están vinculadas a las nuevas tecnologías.
A ellos se une Guzmán González, apasionado de la macroeconomía quien actualmente está estudiando en Estados Unidos y está terminando su tesis doctoral sobre el efecto que tendrá la dificultad de emprender en España sobre las perspectivas de crecimiento económico de las empresas.
Aquí en España se suman Félix González, un ingeniero informático y emprendedor por naturaleza y Javier García que compagina su trabajo en una empresa privada con la búsqueda de alianzas para hacer crecer Juntosalimos también en Madrid. En Málaga, Ana Herrera, licenciada en Administración de Empresas y con experiencia en Marketing, se encarga de la parte de Comunicación y Community Management. Sin duda, un ejemplo de poner el talento al servicio de una causa. Al que le interese, AQUI están las bios completas de estos jóvenes valientes.
¿Pueden las ideas cambiar el mundo? No lo sé, pero en Juntosalimos las ideas se regalan y están solucionando problemas concretos de la gente. Y eso tal vez no ayude a cambiar el mundo en un sentido amplio, pero sí mejora el mundo de muchas personas y sobre todo “empodera”, involucra y hace partícipe a gente común dándole la oportunidad de gestar pequeños cambios. No hay peor cosa que estar en un agujero y pensar que no podemos hacer nada para salir de él. Si logramos cambiar ese chip, tal vez así empecemos a ver la luz al final del túnel.
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Muchas gracias por el post, efectivamente somos del movimiento:
Think Global, Act Local (Piensa globalmente, actúa localmente)
Os esperamos en nuestra plataforma con vuestras ideas y mini-retos porque juntosalimos