Social media con alma y el porqué de mi ausencia

Diana Campos Candanedo | Social Media con alma

¡Lo confieso! No sé cómo empezar este post. Tal vez porque es el más personal que he escrito nunca y porque tengo un “come come” con sabor a mea culpa.

Os debo una explicación por mi repentina desaparición y bajo perfil digital en los últimos meses.   Así que voy a escribir como me vaya saliendo, dejando brotar las palabras, con espontaneidad, pero sin perder el mensaje que os quiero transmitir.

[Tweet «Preocúpate si pasa un día en que no te reinventes aunque sea un poquito.»]

Quiero hablaros de un cambio de rumbo personal y profesional, de una nueva forma de trabajar (ahora no tan nueva para mi), de una perspectiva diferente de lo que quiero hacer y sobre mi particular visión de cómo poner un poco más de “alma” al social media, para que realmente sea más “social” y no tan “media”.  Cuando terminéis de leer, espero haberos podido explicar lo que esta idea significa para mí.

Aspiro a que mi “trance reflexivo” de estos últimos meses pueda servir a todo aquél que quiera reconvertirse profesionalmente, redefinir su marca personal, pero sobretodo, encontrar un sentido a lo que sabe hacer, esa pasión que hace que te levantes con ganas de comerte el mundo, o como es mi caso, cambiarlo poco a poco.  Eso, amigos míos, es lo que yo defino como “alma”, que es algo que no depende de la profesión o disciplina en la que te desenvuelvas, sino que ¡es algo que viene del profesional!

[Tweet «¿Eres un profesional con alma? ¿O eres un “robot” que actúa por impulsos?»]

¿Te dejas llevar por lo que todos hacen, creas una rutina y te instalas en tu zona de confort hasta empezar a disecarte? ¡Cuidado!

Ojalá te sirva mi historia, al menos para cotillar

Si eres periodista o has trabajado en comunicación o publicidad, o si has estado en paro después de años de mucho trabajar, si eres mayor de 40 con o sin hijos o si estás estudiando y no sabes muy bien para qué si no hay trabajo.  O para ser más clara: si tienes las gafas oscuras y ves todo negro puede que mi testimonio os sirva, al menos para pensar.

Sé muy bien lo que se siente no tener claro el horizonte y muchos de los que hoy son grandes profesionales y que están viviendo dignamente del entorno digital también pasaron por eso. Me atrevería a decir que la mayoría.  Vivimos en un momento de reconversión y todos, unos más y otros menos, van a tener que adquirir competencias digitales, aunque no vayan a trabajar directamente en Internet.  ¡El mundo es cada vez más digital y de eso no se puede escapar!

Pero volvamos a las dudas. Hace algunos años mi futuro profesional se vislumbraba muy negro (o al menos así lo veía cuando acababa de salir de mi zona de confort).  Tenía formación y experiencia en sectores sobre-saturados, la competencia era feroz y yo tenía algunas líneas rojas que no quería cruzar. Tenía muy claro lo que NO quería, también sabía lo que quería, pero no tenía idea de cómo llegar allí.  Ahora entiendo algo que no vi en aquel momento: cuando nos enfrentamos a un cambio, evitamos plantearnos metas altas, porque nos paraliza el miedo de no conseguirlas. ¡Error!

«Sólo sabiendo muy bien lo que quieres, puedes encontrar el camino para alcanzarlo»

Hace 3 años, decidí tomar el rumbo digital porque pensé que el mundo online va de algo que a mí se me da muy bien y que disfruto enormemente: comunicar, conversar y crear relaciones, pero esas relaciones deben servir para algo, que no siempre se resume en ganar mucho dinero.

Siempre he pensado que aquello a lo que tienes inclinación natural, que te “sale fácil” es a lo que estás llamado a dedicarte.  Y fue así como me vi con mi diploma de Community Manager y Social Media Marketing debajo del brazo en un camino repleto de gente que también quería ser Community Manager, de otros que por llevar una fan page ya decían que eran Social Media Managers y de un mercado lleno de gurusillos, gurusones y guruflautas con la fórmula mágica del éxito.

Pronto entendí que ser gurú no era lo mío, pero sí quería vivir de esto, a ser posible teletrabajar, pero sobre todo- y aquí está el quid de la cuestión- que mi trabajo ayudara a mejorar el mundo e irme a la cama contenta de poner mi pequeño granito de arena.  ¡Ay hija, de verdad que no pides nada!  ¡Qué tal el gordo de la lotería!   Y yo decía ¡por pedir que no quede! Y después de pedir hay que actuar. Yo buscaba mi trabajo ideal, que en mi mente era más o menos esto:

Community Manager, social media, ONG, comunicación

Dejé de sentirme víctima, aparqué el “pobrecita yo”, cogí un folio en blanco e hice mi “DAFO profesional”, que para el que no lo sepa,  es el típico análisis que haces de los factores internos (tu formación y competencias) y factores externos (situación del mercado, competidores, salarios, posibilidades realistas) para saber en qué punto estás.

Community Manager, social media, ONG, comunicación

Como tantos otros profesionales abrí mi blog, que fue evolucionando conmigo.  Después vino la web. Empecé a crear relaciones, conseguí alguno que otro cliente para ganar experiencia, cometí mis  errores, aprendí de ellos y tiré para adelante, jugué a la creatividad y aprendí a “desafiar a los elementos”.

Ahora llevo más de un año tele-trabajando para UNICEF Panamá, llevando los contenidos digitales, las redes sociales e intentando implementar una estrategia digital para que mis contenidos transmitan la misma pasión y el deseo que yo tengo de que cada niño y niña tenga las mismas posibilidades de sobrevivir, crecer, educarse y alcanzar todas sus metas en la vida, y que el hecho de nacer pobre no le condene a seguir siéndolo ni que sus hijos también lo sean.

Yo creo en un mundo donde los derechos no sean papel mojado, sino que se conviertan en hechos que cambian vidas, comunidades y países, que se muevan consciencias y que esas consciencias tomen decisiones y muevan recursos.  ¿Cómo podría trabajar si no tuviera esa pasión e ilusión?

No me considero una persona con suerte, ni creo que he alcanzado el éxito. No me voy a hacer rica con mi trabajo, pero sí me duermo contenta de hacer algo más que quejarme de lo mal que está todo.

Paréntesis para poner orden

En los últimos meses me habéis visto poco en las redes y me habéis leído todavía menos.  Os pido disculpas de corazón y os doy mis razones.

No suelo escribir un post para decir obviedades ni repetir lo que otros ya han dicho, no doy fórmulas mágicas en social media porque no las tengo.  Intento ser reflexiva, rigurosa y aportar análisis o al menos un punto de vista novedoso para debatir.  Si veo que no tengo el tiempo material para que un post sea de calidad, prefiero no hacerlo, porque creo que perjudica mi imagen, es un tiempo mal invertido y sobre todo, una falta de respeto con mis lectores.  Y últimamente entre temas laborales, personales y nuevos proyectos, no he tenido el tiempo para escribir con la calidad que os merecéis.

Social media con alma y causa

También hay otra razón importante, y aquí es donde os explicaré qué es esto de social media con “alma”.  Desde hacía meses me preguntaba si mi blog  estaba aportando valor, si realmente estaba transmitiendo esa “pasión” que siento por lo que hago.

En este momento, siento que tengo que darle “una vuelta” a mis contenidos para que, además de social media y de estrategia digital, pueda hablar de algo muy importante: “el para qué hacemos todo esto”.  Y en mi caso particular, ese “para qué” es el mejoramiento de la sociedad y el fomentar una cultura de solidaridad que tanto se necesita en este país y en tantos otros.

Esta es la segunda “pata” de mi reconversión profesional: la orientación al sector en el que quiero seguir trabajando y ganando experiencia, así que buena parte de mis contenidos irán orientados hacia nuevas formas en que el sector social y la cooperación pueden sacar provecho de la estrategia digital.  Muchas de las organizaciones sociales están en un proceso imparable de profesionalización y que al igual que las Pymes, se están digitalizando a pasos agigantados y no en todos los casos, con una buena estrategia de comunicación, marketing y medios sociales.

[Tweet «Mi manifiesto: voy a poner “alma y causa” a lo digital. Trabajaré con pasión.»]

Intentaré organizarme mejor para escribir con mayor regularidad y hablar un poco de lo que voy aprendiendo de este sector “social” que me enamora. Social porque sirve a la sociedad, social porque la involucra y social porque intenta crear una comunidad que primero interactúa y después pasa a una acción más allá del clic.

Espero estar a la altura, seguir aprendiendo de vosotros, contaros cosas que os sirvan, os hagan pensar y que conozcáis mi faceta más humana y personal.

¿Me acompañáis en este cambio de rumbo? Y si vosotros también queréis cambiar el vuestro, no dudéis en compartir vuestras dudas, ideas y retos, tanto aquí en el blog como en las redes.

 Imagen destacada: Gratistography.com